Cada día cuando me levanto a trabajar o estudiar miro a mi fiel perro y me recorre una envidia hacia él por tener que quedarse en casa, que le sirvan la comida, dormir, rascarse y echarse a tomar sol.
Se que es envidiable tan solo por los momentos de ocio que a veces son tan escasos en la vida diaria, porque ser persona es tener la posibilidad de hacer miles de cosas más grandes y de mayor importancia.
Aunque a veces, sobre todo cuando uno está más ocupado, da un deseo de vivir sin tener que hacer mucho esfuerzo... ¡vivir de los demás!
Menos mal que va contra mis principios, pero qué vida la de los piratas: aventuras, riquezas, y si es que no te morías podías disfrutarlo más tiempo. Como todo, hay un riesgo.
Naaa...
Vamos con TK. ¡La juerga pirata!
¡Qué recuerdos!
Se que es envidiable tan solo por los momentos de ocio que a veces son tan escasos en la vida diaria, porque ser persona es tener la posibilidad de hacer miles de cosas más grandes y de mayor importancia.
Aunque a veces, sobre todo cuando uno está más ocupado, da un deseo de vivir sin tener que hacer mucho esfuerzo... ¡vivir de los demás!
Menos mal que va contra mis principios, pero qué vida la de los piratas: aventuras, riquezas, y si es que no te morías podías disfrutarlo más tiempo. Como todo, hay un riesgo.
Naaa...
Vamos con TK. ¡La juerga pirata!
¡Qué recuerdos!
Espadas, aventuras. ¡Quiero ser pirata! Surcar los Siete mares.
¡Tocar el firmamento!
